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Por una radio pública modelo (página 2)




Enviado por Daniel Cheruna



Partes: 1, 2, 3, 4

La
radiodifusión

A comienzos de 1916, el joven técnico
ruso-norteamericano David Sarnoff sorprendió a sus jefes,
Branly y Marconi con la idea de una aplicación novedosa de
ciertos descubrimientos de Hertz,: se trataba de llevar la
música a los hogares mediante el empleo de la
"inalámbrica", junto con conferencias, noticias generales,
e informaciones sobre deportes.

El proyecto de Sarnoff – paralizado por la Primera
Guerra Mundial – recién tuvo aplicación en 1920,
prolongando el comienzo de una era que convertiría a la
radiofonía en uno de los más poderosos instrumentos
de comunicación social del mundo.

Una vez finalizada la Guerra, la radio comenzó a
utilizarse en mayor escala y se comenzaron a crear
radioestaciones, lo cual trajo consigo la fabricación de
más unidades de radio. Y esto generó una
masificación del medio.

Desarrollo de la radio

El origen de las estaciones de radio en distintas partes
del mundo ha sido muy diverso: estatal, privado, con fines
culturales, con fines comerciales. En una primera instancia, era
con fines meramente informativos; y luego comenzó a variar
su rango de acción hasta llegar a cubrir los más
diversos aspectos: brindar información, música,
cultura, entretenimiento, etc.

En sus comienzos la radio era fuente de entretenimiento
familiar, en la cual al momento de "escuchar la radio", toda la
familia se ponía alrededor de ella, la encendían y
escuchaban por algunas horas.

Con el pasar de los años, tomó tanta
popularidad que se crearon los primeros radioteatros, precursores
de las actuales telenovelas, los cuales eran seguidos por las
familias durante semanas. Fueron apareciendo las primeras
publicidades y la radio poco a poco fue adquiriendo un fin de
lucro.

"El programa radiofónico, hecho para lo que
supuestamente se considera una "masa" de oyentes, suele llegar, o
es recibida por un individuo aislado, que en general no entabla
ningún tipo de comunicación con el
resto"

"El receptor de radio tiene la particularidad de ser
manuable, de fácil ubicación. Además de
ocupar su lugar en recintos cerrados (como las distintas
habitaciones de una casa), se expande con sus sonidos a
través del viaje en auto, en lugares como la escuela, en
excursiones, en la playa o montaña, hasta en la calle o en
un común viaje urbano de ómnibus acompañado
de su poseedor.

LA RADIO EN LA ARGENTINA.

En la Argentina, la nueva era la inició en 1897
el físico e ingeniero italiano Teobaldo J. Ricaldoni, que
realizó transmisiones radioléctricas como las que
se sucedían en diversos lugares del mundo.

Las razones de seguridad invocadas durante la Primera
Guerra Mundial, también tuvieron aquí su efecto,
frenando el desarrollo de la radio. Pero, en 1919, quince
radioaficionados argentinos reinstalaron sus antenas y retomaron
sus auriculares.

Otros ensayos radiotelefónicos fueron hechos en
el país en 1910, en la localidad de Bernal, por el propio
Guglielmo Marconi. Este físico llegó a la Argentina
en 1910 a bordo del barco Princesa Mafalda. Desde Bernal, con un
cometa de 6 metros de superficie, remontó sus antenas a
las alturas y se comunicó con Irlanda y Canadá. Las
comunicaciones radiotelefónicas entre Italia y
América del Sur se establecieron en 1930 desde el yate
Electra de Marconi, fondeado en Génova. Pero ya
hacía ya varios años que los aficionados argentinos
practicaban transmisiones radiotelefónicas.

Primera en el mundo

La aparición del fenómeno en la Argentina
es prácticamente simultánea con
Norteamérica. La noche del 27 de agosto de 1920, un grupo
de aficionados integrado por Enrique Susini, Miguel Mujica, Cesar
Guerrico y Luis Romero, instalaba un modestísimo equipo
para transmitir desde el Teatro Coliseo. Fueron quienes con el
nombre de Sociedad Radio Argentina, iniciaron la
radiodifusión mundial. Se trataba, según algunos
historiadores, de la primera transmisión.

Aquella noche, pocos minutos después de las
nueve, unas cincuenta personas (además de los tripulantes
de un barco anclado en el puerto de Santos, en Brasil) escucharon
Parsifal en las pocas radios de galena que existían. El
presidente Hipólito Yrigoyen comentó: "Cuando los
jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el gennio
adentro".

El grupo reducido de entusiastas aficionados,
desprovistos de todo interés comercial, de donde
partió la iniciativa, no vaciló en sacrificar sus
horas libres, empleando dineros de su propio peculio en aras de
un ideal que habla de cristalizar en el correr de los
años, la preponderante posición que en materia de
radio ha adquirido la República Argentina frente a los
demás países del continente y aún del mundo
entero.

"Una audición llovida del cielo.
Parsifal a precios popularísimos", tituló
el diario La Razón del 28 de agosto de 1920, una
crónica firmada por el crítico de música
Miguel Mastrogiani. La noche anterior se había realizado
la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro
Coliseo. En directo se emitió la ópera Parsifal de
Wagner, con dirección de Félix Weingartner y la
interpretación de la soprano argentina Sara César y
el barítono Aldo Rossi Morelli.

"…Y anoche, una onda sonora onduló vermicular,
de las 21 a las 24, por el espacio, como cubriendo con sutil
encaje de armonías (las más caprichosas, ricas,
grávidas de nobles emociones) la ciudad entera,
escribió Mastronardi.

El médico y radioaficionado Enrique Susini, uno
de los pioneros, un año antes había estado en
Francia, interesado por los equipos transmisores utilizados por
el ejército francés para las comunicaciones entre
los frentes durante la Primera Guerra Mundial. De ese material,
Susini trajo a Buenos Aires algunas válvulas Pathé,
con las que armó un precario pero eficiente equipo. Junto
a sus compañeros de hazaña, acordó con los
titulares del Coliseo para colocar una pequeña antena en
la terraza del teatro. Por esa idea, los cuatro amigos fueron
llamados "los locos de la terraza".

La emisión del 27 de agosto de 1920, fue una de
las tantas transmisiones radiales que por ese entonces se
realizaban en forma experimental, tanto en Argentina como en
otras partes del mundo. Sin embargo se la puede calificar de "la
primera" en el sentido de que se trató de la
transmisión de una obra artística completa e
inauguró la regularidad y sistematización en el
servicio: ambas condiciones que aún no se habían
producido.

Fue Frank Conrad, ingeniero norteamericano,
quien por cuenta de la Compañía Westinghouse, pero
gracias a su iniciativa y esfuerzo personal, dirigió la
primera emisora de radiodifusión regular y diaria en
Estados Unidos bajo el indicativo KDKA de Pittsburg, y que
todavía está en vigor. Recién el 2 de
noviembre de 1920 se emitió allí el primer programa
de radio, que transmitió los resultados de las elecciones
presidenciales.

En pocos meses, LOR Radio Argentina, primera
licenciataria de la radiodifusión nacional,
transmitía en forma regular las audiciones que se
realizaban alternativamente desde los teatros Coliseo,
Colón y Odeón. Pasaban además de
música, discos, noticias, recitados, propaganda y
actuaciones en vivo; hasta que llegó el 12 de octubre de
1922, día en que se realizó lo que podría
denominarse la "primera cobertura periodística": la
asunción a la presidencia de Marcelo T. de
Alvear.

Puede decirse que se echaron las bases y se dio origen
al nacimiento de una industria, pues dicha transmisión,
una de las primeras del mundo en su género, provocó
verdadero entusiasmo y muy elogiosos comentarios en todos los
círculos.

La Radio Argentina de Susini también fue pionera
en otros aspectos: fue la primera en propalar un noticiario,
formar un equipo de locutores, y ser inscripta como empresa en un
registro internacional, al obtener la primera patente de marca en
su tipo anotada y reconocida por la UIT en todo el
mundo.

En 1922 la antena se trasladó a la terraza de la
casa de remates de Guerrico y Williams, en Carlos Pellegrini al
1000.

En 1923 se produce otro acontecimiento pionero: comienza
a funcionar L.O.X. Radio Cultura, la primera emisora comercial
que financia sus espacios con material publicitario. Y el 14 de
septiembre de ese mismo año, la radio se adelantó
por primera vez a las agencias de prensa: Radio Sudamérica
captó la emisión norteamericana del combate de
boxeo entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey. Cuando los
telegramas de Nueva York informaron la derrota de El toro
salvaje de las pampas
, la noticia ya era
conocida.

Un año más tarde, el 1° de octubre de
1924, Carlos Gardel cantó en Radio Splendid. Al día
siguiente, en otra jornada especial, se transmitió por
primera vez un partido de fútbol, jugado entre los
seleccionados de nuestro país y Uruguay, en la cancha de
Sportivo Barracas. Había comenzxado la era de la
radio.

Expansión de la radio

Si la ya histórica y crepitante emisión de
"Parsifal" había concitado a medio centenar de escogidos
oyentes, los nuevos cauces que comienza a abrir el medio
incentivan a empresarios y a sectores de público cada vez
más amplios. Con un autentico espíritu muy similar
al que imperaba en los EE.UU. durante esos años, aparecen
entre 1922 y1926 emisoras como Radio Sud América
(subvencionada por los fabricantes de receptores), Radio Brusa,
Radio Gran Splendid, Quilmes Broadcasting, Radio Nacional,
Estación Flores, Radio Prieto, Radio Callao, Radio Olivos
y "RADIO MUNICIPAL", LA PRIMERA EMISORA OFICIAL DEL
PAÍS.

Como la mayoría de los nuevos medios masivos, la
radio fue manejada en sus primeras etapas por pioneros de muy
variadas características: tecnólogos que solo
veían los aspectos materiales del medio, aficionados,
entusiastas e intuitivos hombres de negocios estimulados por las
excelentes perspectivas comerciales del medio, y unos pocos
visionarios que llegaban desde las filas del periodismo, la
música y el teatro.

En 1924 un grupo de industriales, comerciantes e
importadores del ramo radioeléctrico, constituyeron la
Asociación Argentina de Broadcasting, con el objetivo de
fortalecer el interés público por la radio.
Además la entidad ayudó financieramente a Radio Sud
América y Radio Argentina, que pasaban por graves
dificultades económicas que ponían en peligro su
permanencia en el aire. Esas subvenciones determinaron que ambas
emisoras cambiaran sus nombres, pasando a llamarse LOZ Radio
Monte Grande de la Asociación Argentina de Broadcasting y
LOR Asociación Argentina de Broadcasting,
respectivamente.

Finalmente, ante la falta de recursos surgidos de la
publicidad, ambas emisoras volvieron a entrar en una etapa
crítica. A fines de ese mismo año, la ex Radio Sud
América desapareció. Radio Argentina por su parte,
recuperó su denominación original y comenzó
a funcionar con una sencillez inimaginable: toda la
estación dependía de Adolfo Cirulli, un joven de 17
años que cumplía las tareas de anunciador, director
técnico, operador y jefe de publicidad.

La Asociación Argentina de Broadcasting fue
disuelta en febrero de 1925.

La elección del modelo

Durante la década del 30 las estaciones y los
aparatos se multiplicaron a la par que se reguló el manejo
institucional.

La cultura inglesa contaba con un gran prestigio en la
sociedad argentina, al tiempo que Gran Bretaña le ganaba
la partida a los Estados Unidos en casi todo el mundo. Sin
embargo, la actividad radial en la Argentina había nacido
y se había estructurado como empresa privada, con
emisión centralizada en Buenos Aires y financiada mediante
la publicidad, una configuración que reproducía la
experiencia estadounidense.

Por otro lado, la actividad fue desde sus comienzos un
foco de gran interés para las grandes corporaciones
norteamericanas instaladas en la Argentina. A medida que se
ponían en práctica las reglamentaciones que
permitían al Estado controlar la actividad
radiofónica, los sectores que soñaban con una
configuración al estilo de la BBC comenzaron a acallar sus
reclamos.

En los primeros años de la década ya
mencionada, el proceso de industrialización amplió
considerablemente el mercado publicitario, con lo que el modelo
inglés, basado en una entidad nacional de carácter
público sin publicidad, cedió ante la variante
estadounidense, basada en redes privadas financiadas por la venta
de espacios.

Su influencia en la vida cotidiana

La radio se perfeccionó, introdujo nuevos
vocablos en el lenguaje común: éter,
sintonía, dial, antena. Dio proyección a
ídolos populares y origen a revistas especializadas, donde
se veían las caras de aquellos a quienes más se los
conocía por su voz que por su figura.

La radio se metió en la vida de la gente,
desató sus sueños y su
imaginación.

En los años 60, la invención de los
transistores, que modificaron los aparatos de radio,
significó el nacimiento y popularidad de la radio
portátil, antecesora del actual walkman, y la
incorporación masiva de las radios a los
automóviles.

En un país de inmigrantes, el nuevo prodigio
técnico se constituía en una sorpresiva ayuda que
enseñaba a los gringos las desconocidas e imprescindibles
palabras del país de adopción.

Los que necesitaban aprender a hablar encontraban en esa
fuente de sonidos un entretenimiento que estimulaba la
imaginación y que alguno denominó el teatro de
la mente.

En 1935, después de la llegada del cine sonoro,
cuando los dueños ingleses de la Editorial Haynes,
impresora del matutino El Mundo, construyeron a imagen y
semejanza de la BBC de Londres, radio El Mundo; ya la influencia
de la radio sobre la vida cotidiana, era enorme.

Si la radio era mágica en los centros urbanos y
de mayor crecimiento, ni hablar del efecto cautivante que
provocaba en el campo. A partir de 1932, mediante las proezas
tecnológicas de las cadenas de Radio Splendid y de Radio
Belgrano ( a las que posteriormente se sumó la Red
Azul y Blanca
de Radio El Mundo), las transmisiones
empezaron a captarse hasta en los pueblos más
alejados.

El 24 de octubre de 1934, en el cine Monumental, de la
calle Lavalle, se estrenó la película Ídolos
de la radio, uno de cuyos atractivos principales para la gente,
consistía en verle por primera vez la cara a quienes
escuchaban diariamente desde el receptor.

Con patrones propios.

Como en el cine y la televisión, la radio
osciló en sus comienzos entre la función meramente
intermediaria y reproductora (la que preside, en cierta forma, la
primitiva transmisión de operas); y la exploradora de sus
propios lenguajes y de sus códigos comunicacionales
específicos; determinando en gran medida, el desarrollo
del radioteatro hasta alcanzar formas autónomas y muy
depuradas, desde el punto de vista del empleo de la
imaginación, los silencios, los efectos sonoros, los
planos de la voz humana, las cortinas musicales, el desarrollo
dramático, etc.

Piloteada por grandes intuitivos, por hombres de
creatividad alerta y por no pocos mercaderes, la
radiofonía argentina no tardó en elaborar sus
propios patrones, que dieron amplia cabida a las expresiones
más variadas de la cultura popular y de la cultura de
élite, aunque esta última se mantuvo siempre a
prudente distancia de un medio al que solo veía como
eventual transmisor de formas y contenidos ya establecidos, y no
como plástico generador de lenguajes y productos
específicamente "radiotelefónicos".

Indudablemente masiva, la radio supo recortar, sin
embargo, campos de audiencia bien diferenciados, probando su
capacidad para satisfacer apetencias informativas, recreativas y
educacionales de sectores muy diversos, como en cierta medida lo
testimonia el amplio espectro sociocultural que va desde la
audiencia de Radio El Mundo, hasta los fieles de Radio del
Pueblo.

La radio fue, asimismo, el vehículo de
difusión de los grandes eventos sociales e
históricos ocurridos en la Argentina desde los tiempos de
Alvear, tanto en el plano de los menudos acontecimientos de la
vida cotidiana, como en el de los grandes hechos de
trascendencia: arribo de huéspedes ilustres, festejos de
Carnaval, concentraciones populares, desfiles militares, golpes
de Estado, campañas electorales, revoluciones, asunciones
presidenciales, festejos patrios, etc. En ese campo, como pocos
medios, probó su enorme ubicuidad y su capacidad para
captar el hecho "en vivo", transmitiendo al oyente una
nítida sensación de contemporaneidad y
participación.

CAPÍTULO 4

La radio
pública

Así como la potestad sobre un bien perteneciente
a una persona o ente jurídico, está protegida por
el derecho privado, garantizando su uso y beneficios; la
Constitución, las Leyes y Tratados Internacionales que de
ella derivan, también protegen los bienes de derecho
público, que como su nombre lo indica, involucran a todos
los ciudadanos.

Los medios de comunicación en general son
Servicios de Interés Público, por cuanto el Estado
tendrá a cargo la regulación de los mismos, tanto
en cuestiones técnicas como de contenido. La necesidad de
que así sea parte de una planificación
estratégica geopolítica, educativa y
cultural.

Para que la mayor cantidad de personas puedan contar con
un medio de comunicación que satisfaga sus expectativas,
será menester también que el Estado reserve para
sí el manejo de una emisora, en el ámbito
jurisdiccional que corresponda (nacional, provincial o
municipal), que cumpla con los más elevados principios
comunicacionales y garantice la mayor inclusión social;
empezando por aquellos temas en los que la actividad privada no
interviene, sea por el motivo que sea.

LS1 RADIO DE LA CIUDAD (EX MUNICIPAL)

Radio Municipal inició su historia el 28 de
diciembre de 1925, por iniciativa del entonces Presidente de la
República, Dr. Marcelo T. de Alvear, a través de
una ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante, que
autorizó la creación de una emisora, a los efectos
de difundir oficialmente la temporada de óperas y
conciertos desde el Teatro Colón.

La Dirección de alumbrado, tomó a cargo la
iniciativa, e instaló el transmisor, que fue el de mayor
potencia y perfeccionamiento técnico de aquel
momento.

El equipo se ubicó en terrenos comunales del
barrio de Núñez, mientras que el control y la sala
de transmisión, se instalaron en el subsuelo del Teatro
Colón, llamado "la cueva" a causa de la
oscuridad.

La transmisión de LOS Broadcasting Municipal
comenzó el 23 de mayo de 1927, con la transmisión
de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi; fue notable y
permitió apreciar plenamente las voces de Toti del Monte,
Miguel Fleta, Carlo Galeffi y Bertana, dirigidos por Gino
Marinucci. Esa noche la onda comunal de 285 metros fue captada en
África del Sur. Prontamente llegaron cartas desde Uruguay,
Chile y Brasil, las que comunicaban la recepción del
programa inaugural.

A la programación tradicional, se fueron sumando
boletines de la presidencia, noticias comunales, actos
académicos y ceremonias oficiales; lo que dio origen a
programas culturales y de recreación.

A mediados de la década del 30, las voces de la
radio fueron las de Adolfo Sauce, Nenina Padilla, José
Litwin, Raúl Quiroga, Alberto Aguirre y Adolfo
Messi.

En los años 40, Municipal contó con la
actuación de los artistas y profesionales más
representativos de la época, como Augusto Codecá,
Niní Marshall, Iván Casadó, Eddy Kay y su
Alabama Jazz, Raúl Sánchez Reynoso y los Santa
Paula Serenaders, Blackie, Eduardo Armani, Enrique Santos
Discépolo, Tania, Atahualpa Yupanqui, Ciriaco Ortiz,
Horacio Salgán, Ubaldo de Lío, Aníbal
Troilo, Enrique Villegas, Astor Piazzolla y Ariel
Ramírez.

Los radioteatros tampoco faltaron de la
programación de la emisora, protagonizados por Milagros de
la Vega, Irma Córdoba, Luis Medina Castro y Roberto
Escalada, entre otros.

Entre los escritores y críticos incluidos en la
programación, se contaron Jorge Luis Borges, Eduardo
Mallea, Ernesto Sábato, Héctor Murena, Victoria y
Silvina Ocampo, Conrado Nalé Roxlo, Olga Orozco, Ricardo
Molinari, Antonio Porchia, Carlos Mastronardi, Alberto Girri, el
padre Quiles, Roberto Aulés, Angel Battistesa, René
Palacios More, Mario Morales, Luis Alberto Ballester, Guillermo
Martínez Yantorno y otros renombrados a los que se
agregaron jóvenes creadores.

En la faz filosófica y científica, LS1
incluyó a Bernardo hussay y Luis Federico Leloir, premios
Nobel; Francisco Romero; Teófilo Tabanera y Armando
Cocca.

En calidad de músicos solistas, participaron
Antonio de Raco, Pía Sebastiani, Héctor Ruy
Díaz, Lía Cimaglia Espinosa, Perla Brúgola,
Lydia Negri, Manuel Rego, Jorge Zulueta, todos ellos pianistas;
el violinista Eduardo Acedo; el violoncelista walter Pratesi y
las cantantes Brígida Frías de López
Buchardo y Victor de Narké, entre otros
artistas.

A estos aportes, se sumaron las tareas orientadoras de
los críticos musicales. En este panorama, se destacaron
Juan Pedro Franze, Ricardo Turró, Juan Andrés Sala,
Kive Staif, Liberto Vanoli, Ernesto Epstein, Alberto Emilio
Giménez, Pola Suárez Urtubey, Julio Palacios, Sara
Sluger, Rodolfo Arizaga, Alberto Belloc, Néstor Ortiz
Oderigo, Armando Krieger, Carlos Pemberton, Jorge Rocca y Enzo
Valenti Ferro.

Asumieron la crítica plástica,
Córdoba Iturburu y Manuel Rey Millares.

El panorama crítico, obviamente, se
extendió a otros géneros creadores, como el cine y
el teatro. Recordamos a Héctor Grossi, Jorge
Andrés, Arturo Romay y Ernesto schoó.

En un período, la emisora, junto a la
Secretaría de Cultura, editó discos de
música y también de intérpretes argentinos,
tarea que dirigió Carlos Osvaldo Garde.

En 1951, Radio Municipal fue cerrada por el gobierno
peronista, que justificó su decisión alegando falta
de presupuesto, aunque hay quienes aseguran que el verdadero
motivo fue que se la consideraba una radio elitista. En 1958,
retomó sus transmisiones.

En el año 1970, LS1 Radio Municipal, que
transmitía desde sus estudios del Teatro Colón,
ubicados en Arturo Toscanini 1168, se trasladó al Centro
Cultural General San Martín, Sarmiento 1551, pisos 8 al
11; emitiendo su onda media en la frecuencia de 710 kilohercios,
con una potencia instalada de 25 kilovatios diurnos y 5
nocturnos.

Su planta transmisora, se inauguró el 9 de julio
de 1973 y está ubicada en Dique Luján, partido de
Tigre, en un predio de 36 hectáreas, teniendo un
mástil irradiante de 0,52 de onda (224 metros de
altura).

La planta de FM, se encuentra en el piso once del Centro
Cultural General San Martín, donde funciona la radio, y en
su azotea se yergue la torre autotransportada de 45 metros,
siendo su equipamiento, un transmisor Continental de 35
kilovatios y un auxiliar de 5. Este servicio se emite en la
frecuencia de 92,7 megahercios.

En 1983, con el retorno de la democracia, asumió
la dirección de la emisora Jorge Sethson, quien
respetó los segmentos de música clásica y
contrató como asesor artístico a Eduardo Lagos.
Durante su gestión debutó en radio el médico
y periodista Nelson Castro, en el ciclo Convocatoria.
Incorporó las emisiones de UBA XXI y el plan de
alfabetización y formó un elenco actoral para
lectura de textos literarios, que también puso en el aire
varias obras teatrales.

Cuando Carlos Grosso llegó a la Intendencia de
Buenos Aires, en 1989, la dirección de Radio Municipal fue
confiada al periodista José Ricardo Eliaschev, quien
introdujo significativos cambios. Además de suspender las
transmisiones del Teatro Colón, dispuso un giro
fundamental en la programación: se incorporaron audiciones
periodísticas y culturales con la participación de
jóvenes, muchos de ellos provenientes de las FM de baja
potencia.

Eliaschev defendió su estilo de las
crítica, alegando que la radio había ganado
importancia como espacio representativo de los habitantes de la
ciudad. Además el periodista inauguró el sistema de
canjes, para proveer a la emisora comunal de aquellas necesidades
que no podía cubrir con la exigua partida presupuestaria
que recibía.

En 1991, Eliaschev dejó el cargo que fue ocupado
por Marcelo Simón, de larga trayectoria radial, quien
reinició las transmisiones del Colón y dio
prioridad a la música latinoamericana.

En 1992, la dirección de Municipal quedó
en manos de Horacio Frega, quien había sido interventor de
Radio Belgrano hasta su privatización.

Surge entonces, la iniciativa del Poder Ejecutivo
Nacional de privatizar la frecuencia AM 710.

Alcanzada la autonomía de la Ciudad de Buenos
Aires, el Jefe de Gobierno nombra director de LS1, a Rubén
Machado, experimentado locutor. Al fallecer éste, antes de
completar su función, asume en el cargo Héctor
Lapadú, político radical.

A partir del triunfo electoral de Aníbal Ibarra
en la Ciudad, dirige la emisora Juan Alberto
Badía.

Cambio de frecuencia

Además de haber sido prácticamente la
única que disponía el Estado Nacional como para
echar mano sin mayores obstáculos para su
licitación, se trató de la más importante en
cuanto a su ubicación en el dial, su banda ancha y
potencia libre; con llegada a grandes distancias, dentro y fuera
del país. La misma había sido adjudicada a la
Argentina, luego del acuerdo de Río de Janeiro, donde se
resolvió entregar solo un espacio con esas
características a cada país de América. Y
siempre desde su fundación el 23 de mayo de 1927,
perteneció a Radio Municipal.

El ex presidente Menem, había urdido este plan
para favorecer a un grupo de amigos que colaboraron en su
campaña política para permanecer en el poder.
Estaban muy interesados en hacer su negocio y finalmente a ellos
se les adjudicó la frecuencia.

El proyecto oficial (decreto 374/95), contempla otorgar
al grupo económico Auditas S.A., en formación,
integrado por Marcelo Tinelli, Daniel Hadad, Oscar Salvi, Mabel
Zocco y Raúl Edgardo Fernández, la
explotación de la frecuencia 710. por otro lado,
pretendía otorgar a Radio Municipal, la frecuencia AM
1650, de baja frecuencia y muy difícil sintonía,
teniendo en cuenta que por lo general los receptores marcan en el
dial solo hasta la frecuencia 1620.

Al conocerse la decisión, diferentes sectores
sociales, encabezados por importantes referentes del mundo del
arte, la intelectualidad y la política, mostraron su
disconformismo organizando actos de protesta, con
recolección de firmas y un multitudinario abrazo a la
manzana donde funciona la emisora.

En cuanto a la presentación de recursos legales,
se manifestaron los concejales Norberto La Porta, Eduardo Jozami
y el defensor del pueblo Eduardo Cartañá,
impidiendo la ejecución del dictamen judicial en primera
instancia mediante recurso de amparo.

El ex senador Fernando de la Rúa impulsó
un proyecto que tuvo media sanción a favor de anular el
decreto de expropiación.

Adhireieron a la protesta la Asociación de
Radiodifusoras Privadas Argentinas y la Comisión
Empresaria de Medios de Comunicación Independientes,
instando al gobierno nacional a acatar el fallo del juez
Guglielmino.

En respuesta, el Poder Ejecutivo a través del
COMFER, aceleró el proceso privatizador, contando con el
favor de la corte. Pero concretamente fue un acuerdo entre el
Presidente de la Nación y el entonces Jefe de Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires (que paradójicamente
resultó ser el mismo de la Rúa, que había
apoyado su elección en la recuperación de la onda),
el que puso punto final a la situación. Según este
último, so pretexto de salvaguardar las fuentes de trabajo
mediante la negociación por otra frecuencia mejor que la
propuesta.

Así se logró acceder a la frecuencia 1110
de Radio Argentina, perteneciente a Radio Familia S.A., presidida
por Ricardo Gangeme, empresa vinculada al catolicismo y la
revista Esquiú, que terminó en quiebra, decidiendo
la Justicia Comercial su clausura en 1990, a pesar de haber
continuado sus actividades normalmente durante casi nueve
años más, mediante el pago de un canon mensual al
juzgado.

El cambio significó una pérdida importante
en el caudal de audiencia, no solo por su ubicación en el
dial, en principio desventajosa; sino porque la ubicación
de la planta transmisora originaria, no responde a los
parámetros geográficos que requiere la nueva
frecuencia. En tal sentido, se hicieron las modificaciones que se
creyeron convenientes, pero los resultados no fueron los
esperados; y si bien su alcance hacia algunos puntos del interior
del país, es satisfactorio, aún no se han podido
satisfacer todas las necesidades de cobertura en el ámbito
de la ciudad de Buenos Aires.

EL 75° ANIVERSARIO DE LS1 RADIO DE LA
CIUDAD

Durante la gestión Badía aconteció
el cumpleaños N° 75 de la emisora, inaugurando su
nuevo nombre (LS1 Radio de la Ciudad) con un perfil distinto,
adecuado a los nuevos tiempos y haciendo incapié en su
calidad de "radio pública"; publicitándosela con el
apelativo ONCEDIEZ, en referencia directa a su ubicación
en el dial. Del mismo modo que su frecuencia modulada, dedicada
exclusivamente a la difusión del tango y otros ritmos
autóctonos de la ciudad, se conoce como "la
2×4".

Con motivo de tan importante acontecimiento, se
organizó una semana de festejos, entre el 19 y el 24 de
mayo de 2002, que incluyó un partido de basquet,
una reunión hípica, una función
de la ópera "Juana de Arco en la hoguera"; en el teatro
Colón
; un concierto de la Camerata Bariloche; el
Sexteto Mayor y Javier Calamaro
; un debate sobre la
radio pública
; otro sobre la ciudad y la radio
que viene
; una mesa redonda llamada Buenos Aires, 75
años;
y otra, sobre la historia de la Radio de la
Ciudad
.

CAPÍTULO 5

Debate sobre
Medios públicos

Dado el tema que abordo en el presente trabajo,
transcribiré a continuación, un extracto del debate
referido a la radio pública, que se llevó a cabo en
la Galería de Arte N° 2 del Centro Cultural San
Martín, en el marco de los festejos organizados con motivo
de los setenta y cinco años de Radio de la Ciudad, el
día 20 de mayo de 2002, con la conducción de
Graciela Mancuso. El mismo se difundió en vivo, a
través de la Once-diez.

Los especialistas

Alicia Petty.- Hoy que existe el monopolio de lo
privado, lo ideal es una radio pública para la
mayoría. Hay empresas que tienen hasta siete emisoras y se
manejan con un criterio que podríamos llamar
irregular.

La radio pública da lugar a las mayorías;
pero también a aquellas otras alternativas, que a las
privadas no les interesa.

Carlos Ulanovsky.- Cuando a instancias de esa
mujer tan emprendedora y tan particular, que debió haber
sido Regina Pacini de Alvear, el presidente Alvear y tres de sus
ministros, en 1925, aprueban la instalación de una radio
municipal, firman un decreto que es bien interesante leer un
pedacito: "…El único interés de la radio debe ser
difundir noticias de interés general, conferencias,
conciertos vocales, instrumentales, audiciones teatrales y otras
manifestaciones culturales".

Yo creo que en principio sería bueno medir contra
ese decreto, cómo ha sido la evolución de Radio
Municipal, hoy Radio de la Ciudad, a lo largo de estas siete
décadas y media. Cuántas de esas cosas se
cumplieron y cuántas se incumplieron.

Es válido preguntarse qué es
público; qué es estatal y qué es
privado.

Esta Radio de la Ciudad, me consta, tiene como en
contadas excepciones, como ocurrió durante mi
gestión también, una programación
extraordinariamente libre.

Tenemos que reivindicar eso: la diferencia entre lo
estatal y lo gubernamental o lo político. De ninguna
manera puede estar dominada por un gobierno, un partido o una
ideología.

Pepe Eliaschev.- Me parece que la Radio de la
Ciudad debería ser una luminosa alternativa a toda la
oferta que realizan las otras once radios privadas de AM; y un
lugar para todos aquellos hombres y mujeres de radio, que siendo
valiosos profesionales, se quedaron sin un lugar en el resto de
las radios.

Graciela Mancuso (moderadora del
debate
).- Existen 40 servicios de radiodifusión
nacionales en todo el país: 9 emisoras comerciales,
manejadas por el Estado, en todo el Territorio
Nacional.

Radios provinciales: Buenos Aires, Santa Cruz y La
Rioja.

Radios AM, manejadas por municipios: Ciudad
autónoma de Buenos Aires, municipio de Alvear, en
Corrientes y San Rafael, en Mendoza.

59 municipios con licencia de frecuencia
modulada.

Universidades con servicios de AM: Universidad de
Córdoba, de La Plata, Universidad Nacional del Sur, en
Bahía Blanca. Y hay 47 universidades con licencias de
frecuencia modulada en todo el país.

Pepe Eliaschev.- Es importante definir el
concepto de la actividad pública como prestación y
no como actividad lucrativa. Las que nosotros conocemos tienen
que enfrentarse a la alternativa de que el que no factura, no
cuenta con los ingresos necesarios para subsistir.

Aquella Argentina de principios de siglo, fue la
creadora de las grandes instituciones de la Salud Pública,
la educación, la cultura y la
radiodifusión.

La perversión de obligar a los medios
públicos a autofinanciarse, acudiendo al mercado
publicitario, en competencia con la actividad privada, tiende a
desnaturalizar por definición la misión de la radio
pública.

Guillermo Mastrini.- La gran
transformación que sufrieron los medios en los
últimos años ha sido generar industrias que venden
contenidos simbólicos, por esa particularidad que tienen
los medios de comunicación que no solo venden una
mercancía económica.

El abandono de los medios de comunicación del
estado, a través de las políticas neoliberales
marcó su propia mercantilización. La
introducción de publicidad en los medios del estado fue
hacerles perder su especificidad; en cuanto funcionan con pautas
publicitarias que son las mismas que las de los medios privados,
no se distinguen de éstas y por lo tanto no se
justifican.

Damián Loreti.- Suele resultar aterrador
que los organismos estatales salgan a buscar
publicidad.

En este marco, y en pos de una distribución
pertinaz y consecuente del presupuesto público, algunos
medios corrieron el peligro de desaparecer.

Recuerdo al secretario de medios de la Universidad de La
Plata, preguntando cómo hacía para solucionar este
tema, porque a la Universidad no le daba el presupuesto. El 95%,
se destinaba para pagar sueldos.

Un diputado por Chubut, contaba que en su provincia,
Radio Nacional no podía cambiar las cápsulas de los
tocadiscos; por tal motivo fue la primera en obtener el decreto
de excepción, utilizando el sistema de canje; sistema que
creció y se impuso administrativamente, como forma de
encontrar una salida a los problemas
económicos.

En otros países, también se acepta la
venta de publicidad en medios estatales, pero con fines
específicos. No como sostenimiento de la
programación total, sino limitados a través de una
cuota que no pueden exceder; y eso se discute en los gobiernos
parlamentarios, en los Consejos de Estado. Los gabinetes, una vez
por año, les dicen a sus medios públicos lo que
podrán recaudar en relación a la cuota del
año anterior. El fin es no distorsionar su verdadera
función y no oprimir en términos de competencia
desleal a otros medios. Lo que pasa es que su fuente de
financiamiento para sus objetivos centrales, está
garantizada.

Esto pasa en Italia, España, la BBC, tiene
algunas de sus cadenas comercializadas y otras no.

Carlos Ulanovsky.- En México, por ejemplo,
existe un enorme respeto por la cultura. Hasta las latas de
cerveza tienen inscripciones que promueven y defienden las
tradiciones , la historia, la identidad. Recuerdo la tarea
inmensa que hacía Radio Educación. Había por
lo menos dos radios dedicados a temas educativos, con unos
recursos impresionantes, "fastuosos", comparados con los que
siempre han contado aquí las radios oficiales.

Pepe Eliaschef.- Me gusta pensar en una
refundación de la república donde los medios
públicos de comunicación en manos del estado,
tengan por derecho propio, asegurados sus recursos
públicos sin necesidad de echar mano a la venta de
publicidad.

Cuando fui director de Radio Municipal, recuerdo que no
había caja chica. Tuvimos que implementar un sistema de
canje para poder tener los elementos básicos necesarios
para el funcionamiento administrativo y la compra de combustible
para las unidades móviles. Es perverso porque si yo
acentúo la precariedad, obligo a la inevitabilidad de la
publicidad. ¿Para qué vas a tener una radio
pública, si vas a tener que salir al mercado a conseguir
publicidad?.

Guillermo Mastrini.- Hay que regenerar esa
identidad de la sociedad con lo público, esa es la base de
la refundación. Tenemos que reconocer que ha habido una
ruptura de la sociedad con lo político y lo
público, en sus múltiples facetas. Necesariamente,
una manera de superar esa distancia que se ha producido, es
generar los lazos que permitan reidentificarse; y para eso,
qué mejor que darle cabida en la participación de
la creación de las políticas vinculadas a sus
propios medios.

La diferencia entre el financiamiento estatal y el que
surge de la venta de publicidad, es que en este último
caso, el que financia es el sector privado. De la otra manera,
intervenimos todos, porque consideramos que es una necesidad
pública pagar la radio. Es tan necesario tener una radio
pública, como tener hospitales, o como tener escuelas. Lo
que pasa es que está más instalado, que no se
pueden cerrar las escuelas; en cambio parece que sí, se
puede cerrar la radio.

Por lo tanto tenemos que recuperar no solo el
financiamiento, que es fundamental para que sea independiente,
sino también recuperar todos los lazos de lo
público con la sociedad; y para ello, una forma es
decirles: "es de ustedes".

Pepe Eliaschev.- La lucha de los que sostienen
que el estado debe retener medios para la comunidad, y aquellos
que creen que hay que privatizar todo, se ha planteado con fuerza
en los últimos tiempos en nuestra sociedad. Las
privatizaciones aquí se han dado de manera muy brutal y
salvaje; ha sido directamente un saqueo.

En Estados Unidos la defensa de la corporación de
la radiodifusión pública ha sido una defensa de
años, a pesar del acecho de algunos sectores
privatistas.

Cuando Menem privatizó, no había ninguna
razón para ceder la frecuencia 710. Su argumento entonces
era que se perdía plata con los ferrocarriles, con los
teléfonos; era un debate válido, pero,
¿cuál era el problema de la 710?. Era una prenda.
Era un pago que había que hacerle a un cancerbero, a un
mercenario del menemismo: un pago a un empresario siniestro que
se llama Daniel Hadad. No se le ahorró ningún
dinero al Estado; se le regaló una frecuencia
pública; se le quitó al Estado un bien
preciado.

La lógica neoliberal incluye este tipo de grandes
mentiras.

De cara al futuro, hay que recuperar lo que es la
vocación de los gobiernos de una sociedad
democrática, para que así como hay una determinada
partida para los hospitales, para el Teatro colón o el
Teatro Cervantes, también lo haya para asegurar la
subsistencia de la Radio de la Ciudad.

Carlos Ulanovsky.- Debería haber un
compromiso tácito de todos los que comienzan a desarrollar
un proyecto radial, dentro de la programación, que obligue
a olvidarse del rating. Si encima de tener ese lugar, tengo
audiencia, me parece maravilloso, pero no sería el
único objetivo.

Damián Loreti.- En el ámbito
educativo, estoy a cargo de la dirección de la carrera de
Comunicación en la Facultad de Ciencias Sociales de la
UBA, y desde mi actividad docente puedo decir que existe un
interés especial por la defensa de los espacios
públicos, en términos de que lo público no
es lo estatal, sino concretamente, un espacio común de
participación.

Guillermo Mastrini.- Aunque la sociedad no lo
perciba, yo creo que uno de los problemas que hubo en la
Argentina en los últimos diez años, es que no hubo
discusión. En Europa hay grandes discusiones sobre
qué hay que hacer con los medios públicos, con la
sociedad de la información, con la diversidad cultural:
cómo protegerse de la invasión de los productos
norteamericanos.

Acá pasó una topadora por encima y salvo
núcleos muy acotados, como por ejemplo, la lucha que
sí hubo cuando se planteó la pérdida de la
frecuencia 710, no existieron otros focos de
resistencia.

Pepe Eliaschef.- Yo creo que los medios
públicos masivos, como Radio de la Ciudad, van a tener
subsistencia y se van a poder preservar en el futuro, a
condición de que la sociedad los haga propios, que todos
sientan de alguna manera que acá hay algo por perder y
algo por ganar: los contenidos, una emisora que no te
engaña, que no se vende a una campaña de publicidad
o a una pauta publicitaria, es sumamente importante para toda la
sociedad y no solamente para quienes trabajan en ella.

Damián Loreti.- Coincido en que los medios
públicos no son de los trabajadores. Lo que sí
quiero enfatizar, es que durante la década pasada, los
principales focos de resistencia, al atropello de los medios
públicos, tuvieron, no como actores exclusivos, pero
sí como participantes muy activos, a sus
trabajadores.

Carlos Ulanovsky.- Seguramente, si
pudiéramos investigar finamente la historia de Radio
Municipal, hoy Radio de la Ciudad, muchísima gente
podría decir: para mí fue importantísimo lo
que yo recibí de esa radio, por la transmisión de
los conciertos desde el Colón; porque ahí
escuché por primera vez a Sábato; o ahí
escuché por primera vez a Piazzolla. Esa es la tarea
cultural que me parece que hay que proteger.

Guillermo Mastrini.- Habría que distinguir
entre gasto y servicio. La carga de la idea de "gasto"
público parece referirse a algo que no sirve. Sin embargo
cuando el neoliberalismo decía peyorativamente que
había que reducir el gasto público, de hecho se
estaba refiriendo al gasto público "social"; no cualquier
tipo de gasto público, porque a los otros los han
aumentado, y bastante. Entonces esa idea de gasto debe
reeplazarse por la de Servicio Público. Desde la
política, partir de esa diferencia semántica,
sería un paso muy importante.

En cuanto a los contenidos, a mi me gustaría una
radio que plantee desafíos, políticos,
económicos, estéticos. Diciendo, esto es lo que
nosotros pensamos, esto lo que nosotros queremos decir, porque
somos distintos, porque somos específicos, porque somos lo
público.

Damián Loreti.- Suscribo a lo de Guillermo
y agrego, un presupuesto propio y suficiente, con control
parlamentario y con participación de producción
independiente, como dice la propia constitución de la
Ciudad de Buenos Aires.

Pepe Eliaschev.- Yo sueño con un servicio
que responda a la diversidad y complejidad de intereses que hoy
en día tienen las sociedades, que busque respuestas a la
problemática de la vida cotidiana, pero que además
tenga el desafío de imponerse metas exigentes; que no
esté pendiente de las metas del mercado, que revierta esa
tendencia y se haga caso de las asignaturas pendientes, que haga
lo que otros no hacen y le hable a la gente de la manera en que
otros no le hablan.

Alicia Petty.- Me gustó mucho lo de
plantear desafíos, una radio diferente, pero al mismo
tiempo, una radio aglutinadora e integradora, democrática,
pluralista y que pueda tener independencia.

Carlos Ulanovsky.- Lo que propondría
también para una radio pública, sería poder
armar una programación que sintetizara el orgullo
argentino. Que todo aquello de lo que estemos orgullosos:
aquellos creativos, aquellos artistas, aquellos intelectuales,
aquellos pensadores, puedan estar en esa radio. Pero
también que sea una radio experimental, de vanguardia, de
locura, de cosas que no se hacen en ningún otro
lado.

TIEMPO DE POLÍTICAS DE
ESTADO

2° Jornada de Debate y Propuestas

El foro para la Defensa de las Industrias Culturales de
Buenos Aires, organizó una jornada sobre Medios
Públicos, el día 3 de septiembre a las 9,30 hs., en
la sala Pablo Picasso del Paseo la Plaza. Se dividió en
dos mesas redondas.

La publicación mensual R&TA; Radio &
Televisión Americana, se refería e su
edición del 15 de septiembre, en estos
términos:

Marco legal definitivo, autarquía,
independencia del gobierno de turno, recursos genuinos,
reestructuración interna, transparencia, funcionarios por
concurso, mayor representatividad y control de la gente,
contenidos no atados al rating pero de interés masivo,
alternativas a las propuestas comerciales existentes, más
expansión y cobertura regional, eje para el acceso a la
información, la cultura y el entretenimiento de la
Nación.

Cuando se trata de hacer un "racconto",
funcionarios, legisladores y especialistas no dudan en reconocer
que a los medios públicos les "sobran" carencias. Tampoco
reconocen que son el reflejo de un país en llamas y el
fruto de una política errática que se
encargó de descuidarlos sistemáticamente, desde
hace años; la base de operaciones que todos los
gobernantes sostuvieron sólo para lograr perpetuarse en el
poder.

Al igual que los argentinos, los medios del Estado
aún están de pié, golpeados, traicionados,
desfinanciados hasta el hartazgo y manipulados como nunca, los
espacios comunicacionales gritan auxilio: en voz baja y por
detrás, hay quienes buscan eliminarlos.

El encuentro dejó en claro, que el
próximo paso es dejar que el diálogo de unos pocos,
contagie el interés de la sociedad por salvar los canales,
las agencias y las radios que les pertenecen.

Primera mesa redonda

Sobre "Trabajo y Gestión en Medios
Públicos", participaron: Marcelo Simón
(interventor del Sistema Nacional de Medios Públicos);
Juan Alberto Badía (Director General de Radio de
la Ciudad); Jorge Dorio (Periodista de Radio de la
Ciudad); Rodolfo Hermida, Director de Fomento del
I.N.C.A.A. y el Ing. César Gerbasi, Gerente de
Ingeniería de Canal Siete. Moderadora: Susana
Salerno
(Asociación Argentina de Actores).

Juan Alberto Badía: Quiero pasar como el
último director elegido a dedo por el Jefe de Gobierno de
turno. Por eso presento ya mismo un proyecto de ley de
autarquía, que se está consensuando dentro de la
radio. Si de algo servía mi gestión, era para que
tuviese una ley que la defendiese en los próximos
años de esta subjetividad oficialista. Pero que
además la defendiese de la tendencia que aparentemente se
manifiesta respecto de que los medios públicos no son
útiles y necesarios.

La historia de los medio públicos en la Argentina
está muy relacionada con lo oficial y muy poco con lo
público.

La autarquía de la emisora sirve para despegarla
de los avatares que provocan los cambios de gobierno,
además de posisionarla más a favor de la gente. Es
importante que atienda a las minorías, a aquello que da
lugar al pensamiento.

La radio no tiene que basarse en criterios comerciales,
porque se ataría a un objetivo fijo: el dinero y el rating
como valor.

Mi idea de la radio pública se apoya en el
respeto al disenso y en promover la
participación.

Para el proyecto se están estudiando las
condiciones de autofinanciamiento. Tiene restricciones que
estamos estudiando para lograr total transparencia.

No estoy de acuerdo con vender espacios, porque se
entregan contenidos.

Otro problema es solucionar cuestiones técnicas
relacionadas con la planta transmisora y su antena, que por el
momento, impiden que la radio se escuche sin dificultades en
algunos sectores de la capital, ya que en principio el lugar
geográfico que ocupa la planta es inadecuada para la
frecuencia 1110, que suplantó a la 710. Se está
estudiando su traslado al Parque Roca. La iniciativa que ya tiene
aval de la legislatura y la Secretaría de a Hacienda
porteña, se financiará con la venta de los terrenos
de la actual instalación, suma que además
alcanzará para aumentar el patrimonio de la
comuna.

Otro de los planes que tengo es el que respecta a la
eliminación de los contratos basura. Hay gente con
veiticinco años de trabajo que tienen contratos
trimestrales o mensuales. Además, iré en busca de
la jerarquización de la profesión del trabajador de
Radio. No puede ser que el ascensorista gane más que el
operador que transporta, por tener el escalafón especial
que consiguió el Centro Cultural donde funciona la
radio.

Por último, quiero hacer público el
importante convenio que hemos firmado con la BBC de Londres, por
la cual la radio se convierte en socia de los proyectos
británicos, pese a las diferencias presupuestarias (la
cadena inglesa gasta por año 10.000 millones de euros y
las radios porteñas, 3,7 millones de pesos). El acuerdo
nos da la posibilidad de acceder al satélite y ponernos en
Internet.

César Gerbasi: "Los medio públicos, para
ser considerados como tales, tienen la obligación de
penetrar masivamente.

Hoy, la única manera en que los medios
públicos pueden desarrollarse es teniendo una
infraestructura, una conducción, una filosofía para
un consenso de trabajo que sea al margen de las cuestiones
gubernamentales.

En Estados Unidos nadie cuestiona el financiamiento de
los medios públicos por parte del Estado. La radio y la TV
pública tienen una jerarquía e importancia tal que
a nadie se le ocurre no mantenerlas, por cómo colaboran en
la formación de la sociedad. Incluso en Bolivia su
sostenimiento es imprescindible y no se plantea su
disolución.

Los medios públicos afectan intereses, tanto si
son exitosos como si no lo son".

Rodolfo Hermida: "Un medio público tiene que
estar al servicio de los que no tienen voz, de los marginales de
la educación, de la calidad artística. Debe
defenderse la cultura.

Es necesario que el ciudadano tenga la alternativa de
elegir un excelente programa en el horario en que el resto pone
al aire basura. El debate de los medios públicos debe
instalarse en forma permanente. El pueblo no puede estar
ajeno

Es muy grave que todo pase por los vaivenes
políticos y es un problema dejar esto en manos de los
políticos que son muy ignorantes; atrasan 30
años.

La oferta y la demanda en los medios es perversa, no
genera calidad, sino inequidad. Existe una batería de
formas de financiamiento. Incluso Colombia tiene una red. Falta
un proyecto. La única salida al cambio es un plan
coherente".

Jorge Dorio: "Es importante construir transparencia
desde adentro en el manejo de un medio del Estado. Como
responsable del acuerdo con la BBC en Radio de la Ciudad, he
reformulado la agenda de noticias, como una manera de mostrar la
variedad de voces a las que puede hacer lugar un espacio
público. Queremos levantar la voz y vamos tras la
ampliación de la cobertura.

La base es explicarle a la gente desde qué lugar
estamos editorializando y respetar sus intereses".

Segunda mesa redonda

Expusieron sobre el tema "Hacia una Política de
Estado", el Dip. Nac. Hugo Storero (UCR – Presidente de
la Comisión de Cultura); el Dip. Nac. Guillermo
Amstutz
(P.J. – Comisión de Comunicaciones e
Informática); la Dip. Nac. Irma Parentella
(Interbloque Alternativa – Comisión de Comunicaciones e
Informática); el Dr. Edmundo Rébora
(Radiodifusor – Asociación Radiodifusoras Privadas
Argentinas); Dr. Damián Loreti (Abogado
especializado en Derecho a la Información) y el Dr.
Gustavo López (Subsecretario de Gestión de
Industrias Culturales – G.C.B.A.). Moderador: Pablo
Rovito
(Secretario General de F.A.P.C.A.).

Damián Loretti: "El eje de la discusión es
ver cuál es el rol del Estado para satisfacer la necesidad
de comunicación de la gente. El derecho de
información está contemplado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

Si bien defiendo la idea de autarquía, pongo
reparos a la implementación de una radiodifusión no
comercial, cómo impulsa el sector privado. hay que ver si
el rol de la subsidiariedad del Estado merece seguir siendo
contemplado como está. Es imposible hoy que el Estado
dé presupuesto suficiente".

Edmundo Rébora. "Los medios públicos
tienen una finalidad no comercial y no deben financiarse mediante
la obtención de recursos publicitarios. los mercados no
están en condiciones de sustentar la oferta de medios que
tiene nuestro país.

Es necesario que el Estado concentre los recursos para
el sistema y los gaste bien. No se podría garantizar que
accedan al menos a un 30% del mercado publicitarios como en otros
países europeos, porque eso podría llegar a
distorsionar sus contenidos, y no tendría beneficios
trascendentes.

hace falta la autarquía de los medios y una total
independencia de los gobiernos de turno. Solo así
podrá manejar su propio presupuesto. Si esto se logra,
buena parte de la batalla estaría lograda. Entre los
resultados obtenidos, habría un eventual mejoramiento en
los contenidos.

El principal objetivo de los medios públicos es
cubrir el bache que hoy el oyente padece. La radiodifusión
pública tiene que hacer aquello que los mercados
publicitarios condicionan a los medios privados".

Gustavo López: "Yo comparto que la ley de
radiodifusión no salió, por las enormes presiones.
pero también está la responsabilidad de los
diputados, que están para soportar las presiones. No he
escuchado hasta ahora ninguna expresión que diga que debe
haber un sistema de medios públicos del Estado y no del
gobierno. Sancionémoslo entonces. nadie dice lo contrario
y si alguien cree lo contrario, será el ejecutivo de
turno, traicionando los intereses de toda la sociedad. Terminemos
con esta historia cíclica de error tras error.

No hay que inventar nada. Hay cantidad de proyectos
presentados y debe salir el mejor. La vida siempre nos presenta
oportunidades y hoy es el momento de dar revancha.

Los demás países están adelantados
en el manejo de sus medios, porque trabajaron en ese sentido y no
conciben los cambios como el modelo argentino. A nadie se le
ocurrió en Francia que al presidente del Consejo Supremo
de la TV, se lo cambie cuando asuma otro Presidente de la
República.

Coincido con Rébora en la idea de un sistema de
medios del Estado que no vendan publicidad y con un presupuesto
garantizado. No pueden los medios privados subsistir con la
publicidad; menos los públicos.

Es necesaria la producción de contenidos de
calidad, regionales, convenios con las Universidades, transmitir
educación a distancia. En un Estado como el nuestro,
fragmentado no solo en el acceso a la información, sino
también en la educación, el papel de los medios
públicos tiene que ser significativo, para terminar con la
brecha del conocimiento. Deben llegar con los contenidos que no
ofrecen otros.

Algunos creen que la cultura es algo secundario, posible
de tener en un país con recursos. Pero la discusión
cultural es anterior, ya que define los modelos
económicos. Los ministros de economía siempre van a
decir que en un país que no come, para qué vamos a
gastar en medios públicos. Lo que desconocen es que a
través de un sistema, lo que se puede hacer es que la
gente se entere que tienen derechos; y podemos ayudar a que
cambie el modelo económico de este país; y deje de
conducirnos a la miseria".

Hugo Storero: "El pronóstico será
sombrío si no nos comprometemos.

Una manera de posisionar a los medios es a través
de la puesta en relieve del papel que cumple la educación
en la construcción de los contenidos.

Comunicar es poner en común para que el ciudadano
haga uso de lo que le es propio, a diferencia del consumidor, que
toma lo que el mercado le ofrece.

Los medios públicos deben ayudar a decidir a los
ciudadanos".

Guillermo Amtutz: "Los medios públicos deben
actuar como punta de lanza de un proyecto de Nación. No
sería descabellado destinar el 10 % del dinero que los
gobiernos emplean en publicidad, para los medios. Solo en
Mendoza, los municipios gastan 10 millones al año. Se
deben implementar nuevos mecanismos de selección de
funcionarios. También debería existir una mayor
participación de la gente y las instituciones, dentro de
la gestión de los medios: no son propiedad de los
políticos".

Irma Parentella: "Soy consciente de que este no es un
reclamo presente en la sociedad argentina, porque no se han hecho
los esfuerzos suficientes, como para que la gente defienda el
derecho a la información, como uno de los bienes
más importantes. El desinterés de la sociedad pasa
porque sabe cómo ha sido hasta ahora la vinculación
de los políticos con los medios y por las diversas
gestiones que se realizaron en los medios estatales. La gente ve
que se gasta, que el producto no es bueno y no sale a
defenderlos. Debe haber mecanismos que aseguren una mayor
participación de la gente. También falta un marco
legal para generar proyectos".

CAPÍTULO 6

Proyecto
Badía

En el capítulo anterior, Juan Alberto
Badía hace público su Proyecto de Ley de
Autarquía, basándose en el artículo 47" de
la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos
aires. El mismo fue consensuado con el personal de la emisora; y
coincidentemente, considero que constituye el marco adecuado para
lograr las transformaciones propuestas en el presente trabajo;
por lo tanto, no solo adhiero, sino que incluyo dicho material
como parte de mi propuesta.

A continuación transcribo el texto del proyecto,
que ya ha sido puesto a consideración del Jefe de Gobierno
Aníbal Ibarra, quien aceptó presentarlo en la
Legislatura porteña, para su tratamiento.

SE CREA LA CORPORACIÓN DE
MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL
ESTADO (COMPUCIBA S.E.)

LEY N°

Buenos Aires, de de 2003

LA LEGISLATURA DE LA CIUDAD
AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES SANCIONA CON FUERZA DE
LEY:

ARTÍCULO 1° Créase la
CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE
BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO (COMPUCIBA S.E.), que
tendrá a su cargo la administración,
operación, desarrollo y explotación de los medios y
servicios de radiodifusión sonora y televisiva del estado
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires debe incorporar a COMPUCIBA S.E. todo otro servicio
de radiodifusión del Estado de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires que, no estando incluido en el Sistema Oficial de
Radiodifusión, pudiera crearse.

COMPUCIBA S.E. se crea en jurisdicción de la
Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.

ARTÍCULO 2° La actuación de
COMPUCIBA S.E. estará sujeta a las previsiones de la Ley
N° 20.705, la presente ley y sus disposiciones
complementarias; y, en sus relaciones jurídicas externas,
adquisiciones patrimoniales y contrataciones en general
estará sometida a los rgímenes generales del
derecho privado. Sus relaciones jurídicas laborales
estarán sometidas al régimen de empleo
público previsto en la Ley N° 471, sancionada por la
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 5 de
agosto de 2000 y promulgada por Decreto N° 1.567/00- y sus
respectivos Decretos Reglamentarios.

ARTÍCULO 3 Autorízase al
Señor jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a
disponer la transferencia en propiedad a COMPUCIBA S.E., del
activo, cualquiera sea su naturaleza, que a la fecha pertenece a
LS1 Radio de la Ciudad, tales como inmuebles, con todos sus
equipos y enseres muebles, archivos documentales,
videográficos y cinematográficos, así como
todos los bienes y derechos que posee en la actualidad, incluidas
las frecuencias de transmisión asignadas.

Los pasivos no corrientes de LS1 Radio de la Ciudad, ,
si los hubiere, no se transferirán a COMPUCIBA S.E.,
incorporándose al tesoro de la Ciudad de Buenos
Aires.

A solicitud de COMPUCIBA S.E., los registros
correspondientes deben cancelar toda restricción al
dominio que afecte a bienes transferidos por la presente
Ley.

ARTÍCULO 4° Autorízase al Jefe
de Gobierno a la designación de Autoridades y
aprobación del Estatuto de COMPUCIBA S.E.. La
dirección y administración de la Sociedad
estará a cargo de un Directorio compuesto por un (1)
Presidente y (4) Directores, tres (3) de los cuales serán
propuestos por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires,
respetando su composición proporcional y los dos (2)
restantes, incluido el Presidente, por el Poder
Ejecutivo.

ARTÍCULO 5° Autorízase al Poder
Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires, el ejercicio de los
derechos societarios que le corresponden al Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, por su participación en
el ciento por ciento (100%) del capital accionario de COMPUCIBA
S.E.

ARTÍCULO 6° Autorízase al
Señor Jefe de Gobierno a reasignar las partidas necesarias
del presupuesto general de gastos y cálculo de recursos
vigente, para la integración del capital
societario.

ARTÍCULO 7° Dispónese que de la
totalidad de la publicidad audiovisual cursada por el Gobierno de
la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires, el
veiticinco 25% como mínimo, deberá pautarse a
través de los medios de COMPUCIBA S.E..

ARTÍCULO 8 Créase el Consejo Asesor
Permanente de la Corporación de Medios públicos de
la Ciudad de Buenos Aires, quien tendrá a su cargo la
defensa de los intereses de la comunidad con relación al
cumplimiento de los objetivos de la presente Ley.

El Consejo Asesor llevará adelante su tarea con
las atribuciones previstas, a su respecto, en el Estatuto de
COMPUCIBA S.E. y sus dictámenes y/o resoluciones no
serán vinculantes para la Sociedad del Estado.

ARTÍCULO 9 Autorízase al
Señor Jefe de Gobierno a la designación de los
Síndicos encargados de la Fiscalización de la
Sociedad del Estado creada por el artículo 1° de la
presente Ley. Ello sin perjuicio de los demás controles
internos y externos que correspondan.

ARTÍCULO 10 Autorízase al
Señor Jefe de Gobierno a la creación de un Estatuto
Laboral Especial para todos los trabajadores de COMPUCIBA S.E.,
que tenga especialmente en cuenta la especialización
profesional de aquellos, con categorías y niveles
salariales propios de una Corporación de Medios de
Comunicación.

ARTÍCULO 11 En el término de
sesenta (60) días a partir de la sanción de la
presente Ley, se deben dictar las normas que la
reglamenten.

ARTÍCULO 12 Deróganse todas las
disposiciones que se opongan a la presente Ley.

ARTÍCULO 13 Comuníquese,
publíquese, dese a la Dirección del Registro
Oficial y archívese.

Buenos Aires, de de 2003

Visto la Ley N° … y su Decreto promulgatorio
N° … -GCBA- 2003 (B.O.C.B.A. N° … del /03);
y

CONSIDERANDO:

Que por el artículo 1° de la ley N° …
se creó la Sociedad del Estado "CORPORACIÓN DE
MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES" cuyo objeto
es la administración, operación, desarrollo y
explotación de los medios y servicios de
radiodifusión sonora y televisiva del Estado de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, de conformidad con lo dispuesto
por los art. 47 y 32 de la Constitución de la
Ciudad;

Que, por su lado, el art. 4° de la citada Ley
estableció que la Dirección y Administración
de la Sociedad estará a cargo de un Directorio compuesto
por un presidente y cuatro directores, todos ellos designados por
el Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
dos de ellos, incluido el Presidente a su propia propuesta y los
tres restantes elegidos por el Poder Legislativo.

Que así mismo, en virtud de lo dispuesto en el
art. 9° de la Ley N°… el Estatuto Societario
podrá prever la fiscalización de la
Sociedad;

Que atento a lo expuesto, resulta aprobar el Estatuto
que regirá la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS
DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E. y designará los miembros
del Directorio, y a los miembros de la Sindicatura a fin de
cumplimentar el proceso de su constitución y de que a la
brevedad comience a cumplir con su objeto;

Por ello, y en uso de las atribuciones conferidas por el
art. 104 de la Constitución de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires;

EL JEFE DE GOBIERNO

DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS
AIRES

DECRETA

Artículo 1° Aprúebase el texto del
Estatuto de la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA
CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E. el que como Anexo I forma parte
integrante del presente Decreto, y que se instrumentará
mediante Escritura Pública otorgada por el Escribano
General del Gobierno de la Ciudad de Buenos aires.

Artículo 2° Desígnanse los miembros
del Directorio de la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS
DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E., según el siguiente
detalle:

Presidente DNI

Director DNI

Director DNI

Director DNI

Director DNI

Artículo 3° Desígnase Síndico
Titular de la CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA
CIUDAD DE BUENOS AIRES S.E. al Doctor … , DNI N° … y
Síndico suplente al Dr. … , DNI N° …

Artículo 4° La Dirección General de la
oficina de Gestión Pública y Presupuesto
arbitrará las medidas presupuestarias pertinentes a fin de
dar cumplimiento a lo dispuesto en el presente
Decreto.

Artículo 5° Queda excluida de la Sociedad
toda participación de capitales privados, siendo que el
ciento por ciento (100%) del capital social de COMPUCIBA S.E.
debe permanecer, mientras dure la Sociedad del Estado, en cabeza
del estado de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.

Artículo 6° El estatuto Societario se
registrará en la Escribanía General del Gobierno de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde quedará
archivado. Asimismo la Escribanía General del Gobierno
rubricará los libros societarios del caso.

Artículo 7° El presente Decreto y el Estatuto
Societario que por este acto se aprueba serán publicados
por dos (2) días en dos (2) de los diarios de mayor
circulación en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.

Artículo 8 El presente Decreto será
refrendado por el Señor Jefe de Gabinete y por los
Señores Secretarios de Hacienda y Finanzas, y de
Cultura.

Artículo 9° Dese al Registro,
publíquese en el Boletín Oficial de la Ciudad de
Buenos Aires por el término de dos (2) días,
remítase a la Escribanía General del Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires a fin de dar cumplimiento
a lo dispuesto en los artículos 1° y 7° y, para su
conocimiento y demás efectos, pase a las
Secretarías de Hacienda y Finanzas y de Cultura. Cumplido,
archívese.

ANEXO I

TÍTULO I

DENOMINACIÓN – RÉGIMEN LEGAL- DOMICILIO –
DURACIÓN

ARTÍCULO 1° Con la denominación
"CORPORACIÓN DE MEDIOS PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE
BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO" (COMPUCIBA S.E.) se constituye
una sociedad del Estado que se regirá por las
disposiciones de la Ley nacional N° 20.705, por las que sean
pertinentes de la Ley nacional N° 19.550 y sus
modificatorias, y por las normas del presente Estatuto. La
Sociedad del Estado creada tendrá a su cargo la
administración, operación, desarrollo y
explotación de los medios y servicios de
radiodifusión sonora y televisiva del Estado de la Ciudad
autónoma de Buenos Aires.

El Poder Ejecutivo de la Ciudad deberá incorporar
a COMPUCIBA S.E. todo otro servicio de Radiodifusión del
Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que, no
estando actualmente incluido en su sistema oficial de
radiodifusión, pudiera crearse.

ARTÍCULO 2° El domicilio legal de la Sociedad
se fija en la Ciudad de Buenos Aires, en el lugar que determine
el Directorio. Podrá establecer delegaciones, sucursales y
representaciones en todo el país.

ARTÍCULO 3° La duración de la Sociedad
se establece por tiempo indetermina-do.

TÍTULO II

OBJETO

ARTÏCULO 4° CORPORACIÓN DE MEDIOS
PÚBLICOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES SOCIEDAD DEL ESTADO
(COMPUCIBA S.E.) tiene los siguientes objetivos:

  • 1.  Asegurar la distribución de
    información plural, veraz e imparcial.

  • 2.  Promover y desarrollar el respeto por los
    derechos humanos consagrados en la Constitución de la
    Ciudad de Buenos Aires y en las declaraciones y convenciones
    incorporadas a la misma.

  • 3.  Respetar y promover el pluralismo
    político, religioso, social, cultural,
    lingüístico y étnico.

  • 4.  Garantizar el derecho a la
    información de todos los habitantes de la Ciudad de
    Buenos Aires.

  • 5.  Garantizar la representación de
    todas las corrientes de opinión en los debates sobre
    temas de actualidad y relevancia públicas.

  • 6.  Promover el desarrollo y la
    protección de la identidad ciudadana, en el marco
    pluricultural que caracteriza a la Ciudad de Buenos
    Aires.

  • 7.  Promover la producción de contenidos
    audiovisuales ciudadanos de alta calidad.

  • 8.  Promover la formación cultural de
    los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires en el marco de la
    integración regional y nacional en la República
    Argentina.

  • 9.  Promover la integración cultural y
    territorial de la Ciudad de Buenos Aires, respetando su
    organización local.

  • 10.  Garantizar la cobertura de los servicios
    de radiodifusión en todo el territorio de la Ciudad de
    Buenos Aires.

Para la concreción de los objetivos enunciados
COMPUCIBA S.E. tiene que dar cumplimiento a los siguientes
deberes:

  • ? Tener en cuenta equilibrada y adecuadamente
    los diversos criterios en el conjunto de cada programa en que
    se traten asuntos de interés
    público.

  • ? Garantizar en tiempos preelectorales, el
    derecho a exteriorizarse por parte de todos los partidos que
    hayan presentado listas para el comicio.

  • ? Conceder tiempos adecuados de emisión
    de igual extensión a los representantes de las
    organizaciones de trabajadores y de empleadores.

  • ? Dar a conocer el dictado de leyes, decretos y
    otros comunicados importantes para el interés
    público.

  • ? Realizar emisiones destinadas a la
    enseñanza, teniendo en cuenta los planes de
    enseñanza y formación.

  • ? Abstenerse de favorecer unilateralmente a
    ningún partido o grupo político, como tampoco a
    ningún interés especial de tipo
    económico.

  • ? Seleccionar y brindar noticias e informes,
    con arreglo a la verdad y de modo responsable, en lo posible
    distinguiendo las notas de información del tratamiento
    editorial y de opinión.

  • ? Está prohibida la apología del
    odio racial, nacional, religioso y cualquier propaganda a
    favor de la guerra.

  • ? Apoyar los principios que impulsan los
    procesos de integración ciudadana, sin perjuicio del
    deber de veracidad y derecho de crítica en el
    tratamiento de las informaciones.

  • ? Distinguir la emisión de publicidad
    del resto de la programación emitida.

  • ? Respetar el honor, la intimidad y los
    derechos que la constitución reconoce a los habitantes
    de la Ciudad.

  • ? Respetar los derechos de la juventud, la
    infancia y la ancianidad.

  • ? Considerar permanentemente el rol social del
    medio de comunicación como fundamento de su
    creación y existencia.

  • ? Difundir las creaciones artísticas,
    culturales y educativas que se generen en los distintos
    puntos de la ciudad y de nuestro país, incluso en
    forma gratuita.

  • ? Garantizar una adecuada cobertura y
    difusión de las actividades de los poderes del Estado
    tanto en los ámbitos nacionales y/o provinciales,
    cuanto locales y de las organizaciones no
    gubernamentales.

  • ? Generar espacios de participación y
    emisión de opiniones y propuestas sobre las
    programaciones.

  • ? Celebrar convenios de cooperación y
    apoyo recíproco con entidades públicas o
    privadas, nacionales e internacionales.

TÍTULO III

CAPITAL – CERTIFICADOS – OTROS RECURSOS

ARTÍCULO 5° El capital social se fija en la
suma de PESOS CUATRO MILLO-NES QUINIENTOS MIL ($ 4.500.000), el
cual se integrará de la siguiente forma: la suma de PESOS
QUINIENTOS MIL ($500.000) DENTRO DE LOS TREINTA (30) días
de sancionado el Decreto de aprobación del presente
Estatuto y los PESOS CUATRO MILLONES (4.000.000) restantes
durante el ejercicio 2003. La totalidad del Capital Social
será suscripto e integrado por el ESTADO DE LA CIUDAD
AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, a través de la
SECRETARÍA DE CULTURA DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS
AIRES.

ARTÍCULO 6° El capital social está
representado por Cien (100) certificados nominativos no
endosables de PESOS CUARENTA Y CINCO MIL ($ 45.000) de valor
nominal cada uno. Cada certificado nominativo no endosable otorga
derecho a UN (1) VOTO.

ARTÍCULO 7 El capital social podrá ser
aumentado por decisión de la Asamblea Ordinaria hasta el
quíntuplo de su monto, sin requerirse conformidad
administrativa, o por la Asamblea Extraordinaria, pudiendo
delegarse en el Directorio la determinación de la
época de emisión, forma y condiciones de pago,
conforme lo previsto en el artículo 188 de la Ley Nacional
N° 19.550.

ARTÍCULO 8 Los certificados nominativos que se
emitan, fueren provisorios o definitivos deberán contener
las menciones previstas en los artículos 211 y 212 de la
Ley Nacional N° !9.550; y en particular serán firmados
por el Presidente y el Síndico Titular de la Sociedad,
expresando: a) la denominación y el domicilio de la
Sociedad; b) el capital societario; c) el número de
certificado, su valor nominal y la cantidad de votos que le
corresponden; d) deberán extenderse siguiendo
numeración correlativa. Los certificados se
registrarán en el Libro de Registro de Certificados que
deberá llevarse al efecto.

ARTÍCULO 9 La sociedad contará,
además de las partidas atribuidas en la Ley de Presupuesto
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyos importes
deberán ser suficientes para cubrir todas las erogaciones
necesarias al efecto de mantener operativos los medios y
servicios integrantes de la Sociedad del Estado, con los
siguientes recursos:

a) Los fondos que se obtengan con el producido de las
operaciones

que realice de acuerdo a su objeto;

b) El producto de comercialización
de publicidad. Al efecto deberá tenerse par-

ticularmente en cuenta lo
específicamente establecido por el artículo
Séptimo

de la Ley de Creación de COMPUCIBA
S.E.;

c) Los honorarios y/o comisiones y/o cualquier otro tipo
de retribución por el asesoramiento,
gerenciamiento, supervisión, dirección de programas
y prestaciones de todo tipo de servicios que preste
la Sociedad a terceros en cuestiones vinculadas a su
objeto;

d) Emisión de bonos y otros títulos de
deuda;

e) Donaciones y legados;

f) Todo otro recurso lícito, que resulte de actos
celebrados conforme los objetivos de la Sociedad y
su capacidad jurídica.

ARTÍCULO 10° Las emisoras de COMPUCIBA S.E.
están exentas del pago de los gravámenes y tasas
establecidos en la Ley de Radiodifusión.

TÍTULO IV

DIRECCIÓN, ADMINISTRACIÓN Y CONSEJO
ASESOR

ARTÍCULO 11° La Dirección y
Administración de la Sociedad estarán a cargo de un
Directorio integrado por un (1) Presidente y cuatro (4)
directores. Deben ser personas de la más alta
calificación en materia de Comunicación Social y
poseer una democrática y reconocida
trayectoria.

El directorio será designado por el Poder
Ejecutivo de la Ciudad de Buenos aires, integrándose de la
siguiente manera:

1. Dos (2) miembros por el Poder Ejecutivo de la Ciudad,
uno de los cuales se desempeñará como
Presidente.

2. Tres (3) miembros a propuesta de la Legislatura de la
Ciudad de Buenos Aires, quienes serán designados
manteniendo la composición proporcional de la
Cámara.

El presidente del Directorio es el representante legal
de COMPUSIBA S.E.

El mandato del Presidente del Directorio y de los
Directores es de cuatro (4) años y podrán ser
reelegidos por única vez

ARTÍCULO 12° Sin perjuicio de la
aplicación de las incompatibilidades o inhabili-dades
establecidas para el ejercicio de la función
pública, el ejercicio de los cargos de Presidente y
Directores de COMPUCIBA S.E. es incompatible con el
desempeño de cargos político partidarios directivos
y/o electivos, o cualquier forma de vinculación societaria
con empresas periodísticas y/o medios electrónicos
de comunicación social creados o a crearse y/o de
prestaciones de servicios vinculadas a los que presta COMPUCIBA
S.E..

Partes: 1, 2, 3, 4
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